La poesía de Jorge Cadavid (Pamplona, Colombia, 1962) ha ido profundizando a lo largo del tiempo en el fondo misterioso de las cosas, el cual, lejos de todo escapismo ilusionista, sólo se vislumbra contemplando la superficie de cada una con mayor paciencia y amor cada día. Como resultado de esta indagación esencialista en las cosas y en su yo personal, el poeta accede al conocimiento y al disfrute gozoso de la armonía entre todos los seres de este mundo, desde los más llamativos a los más humildes. La suya es una visión analógica del Universo que, a diferencia de los simbolistas, no ofrece de inmediato la semejanza de todo con todo, sino que tal correspondencia secreta requiere una contemplación pausada y una palabra poética que haga explícita esa similitud esencial.
Con todo, sus poemas propenden a la brevedad, a la concisión de su mirada, como consecuencia de su convencimiento de que la esencia de las cosas, su fondo misterioso, como el de cada uno de nosotros, es inagotable en su sólo poema y vano sería intentar agotarlo a fuerza de ampliar replique montre y ampliar nuestro discurso.
Hasta la fecha, Cadavid ha publicado los libros poéticos La nada (Universidad de Antioquia, 2000), Un leve mandamiento (Trilce, 2002), Diario del entomólogo (Eafit, 2003), El vuelo inmóvil (Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus, Universidad Nacional, 2003), El derviche y otros poemas (Los Conjurados, 2006), Herbarium (Edición de Autor, 2007) y Tratado de cielo para jóvenes poetas (Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 2008). Publicó una antología de su poesía bajo el título de Música callada (Universidad Externado de Colombia, 2009), a la que ha seguido su último poemario hasta la fecha, Heráclito inconstante (Universidad Javeriana, 2010). También es autor de volumen Ultrantología (Universidad de Antioquia, 2003), una antología del poema breve.
Para PoesíaDigital ha reservado estos cinco poemas recientes.
M�mesis
Las cosas habitadas por las palabras
Basta nombrarlas para verlas moverse.
Escritura
La luz se repliega sobre la mesa como un signo errante. De regreso corta el pan.
Voyeur
Y la rosa blanca se limita a devolver la mirada Una mirada en blanco.
Lapsus
¿En dónde estamos? En las palabras. ¿Perdidos en todas las palabras? En todas las palabras y en ninguna Uno se pierde a cada instante.
Suf�
Cada día será el primer día Cada noche la primera noche No despertarás al despertar No soñarás al soñar Acertarás diciendo sí Y acertarás diciendo no.